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Paraísos de necesidad artificial

Paraísos de necesidad artificial

¿Os ha pasado esto que os muestro en la ilustración aledaña alguna vez? A mí es la primera. Que Google, entre sus, «chiquicientos» millones de entradas no tengas ni un registro estricto de una cadena de palabras tal y como puede ser esta («paraísos de necesidad artificial») que estuve buscando yo creo que, a día de hoy, es algo así como un milagro… pero a la inversa.

O no. Un milagro en toda su plenitud. Quiero decir, un término del que, a nivel estricto, Google no guarda ningún registro es un término que merece la pena investigar. 

Paraísos de necesidad artificial según Google

Google en términos estrictos

Cuando hablo de búsqueda en Google «a nivel de términos estrictos», ¿a qué me estoy refiriendo? Para aquellos que aun no lo sepáis, es posible buscar en Google ayudándonos de algo a lo que suele aludirse como operadores booleanos.

Los operadores booleanos son unas —llamémoslas, al menos por ahora así— herramientas que permiten refinar los resultados de las búsquedas que hacemos en Google.

¿Y qué significa exactamente refinar los resultados de las búsquedas de Google?

Pues significa, sencillamente, filtrar la maraña de información que devuelve Google tras cada búsqueda que en él hacemos para tratar de encontrar la información más relevante posible.

Y, de hecho, en este caso el término «paraísos de necesidad artificial», como vamos a ver a continuación, lo explica perfectamente. Pero antes…

¿Cuáles son los operadores booleanos de Google?

Los operadores booleanos  son las comillas anglosajonas (“ ”) y los términos AND (que significa «y»), OR (que significa «o»), XOR (que no tiene ningún significado literal en castellano), WITH (que significa «con») y NOT, que significa «no». ¿Y qué hace cada operador booleano? Pues si queréis saberlo, nada mejor que buscar en Google.

Lo que a este artículo es pertinente es el uso de las comillas anglosajonas, que sirven para «buscar una palabra o grupo de palabras de forma exacta, en el mismo orden en el que han sido escritas».

Por tanto, si busco «paraísos de necesidad artificial» y Google me devuelve esa bonita gráfica de un diablo esquimal pescando en el hielo, significa que en toda internet no hay una sola vez, una sola página web, un artículo, nada en absoluto… en el que hayan escrito «paraísos de necesidad artificial» en ese mismo orden.

De hecho, si buscáremos «paraísos de necesidad artificial» sin comillas, encontraríamos algo parecido a esto que a continuación os muestro. Tengamos, no osbtante, en cuenta que Google utiliza —entre otros muchísimos factores— mi geoposicionamiento —a través, por ejemplo, de la lectura de mi dirección IP— para darme lo que él supone que son los resultados más relevantes para mi zona geográfica —y, por tanto, Google entiende, los resultados más relevantes para mí—.  

Paraísos de necesidad artificial en Google

Los resultados de búsqueda, por obvio, se aproximan a mi término de búsqueda pero, por otro lado, de entre estos tres que os muestro (y si hacéis la búsqueda, de entre cualesquiera otros) no existe ningún resultado en el que las palabras «paraísos de necesidad artificial» se den exactamente en ese mismo orden.

Y de ahí que, por obvio, cuando introduzco el término de búsqueda «paraísos de necesidad artificial» entre comillas anglosajonas —pidiendo con ello a Google que me muestre solo los resultados de mi búsqueda que incluyan esas mismas palabras en ese mismo orden— me salga el diablo pescador con el contador de resultados a cero.

¿Qué son los paraísos de necesidad artificial?

Antes de aventurarnos en definir qué son los paraísos de necesidad artificial, vamos a hacer un apunte:

El hecho de que Google no muestre ni un solo resultado en función de una cadena de palabras buscada de forma estricta implica una oportunidad para generar un contenido que apele a dicho término y que, por obvio, habría de ser indexado en el primer puesto de la primera página de Google en función de dicho término; a priori, buscado de forma estricta —esto es, con comillas anglosajonas— y, a posteriori, siendo optimistas, buscado también de forma laxa.

De hecho, este artículo no es más que un experimento en todo lo relativo a lo que hasta aquí he explicado. Es decir, una vez este artículo quede publicado y después de que pasen —pongamos— unos días para que los robots de Google se den cuenta de que esta nueva entrada de mi sitio web existe y, con ello, la indexen en sus bases de datos, cabría suponer que, punto uno, la búsqueda estricta de los términos «paraísos de necesidad artificial» arrojará esta página como único resultado, así como que, punto dos, cabría pensar que la búsqueda laxa (esto es, sin comillas anglosajonas) de dichos términos, con el tiempo y en función de otros elementos tales que el tráfico que dicha página (esta página) genere, también habría de hacerla aparecer en las primeras posiciones de las SERPs de Google — «SERPs», por cierto, es una forma aniñada y medio tonta de decir «páginas de resultados de un motor de búsqueda» (porque es lo que significa, en inglés, el acrónimo: Search Engine Result Pages)—.

Entonces, experimento en marcha, definamos qué es un paraíso de necesidad artificial.

* * *

¿Qué es un paraíso de necesidad artificial?

Tal y como yo lo veo, cuando se habla de paraísos de necesidad artificial puede estarse hablando de dos situaciones, contextos o circunstancias muy puntuales.

En primer lugar, con paraíso de necesidad artificial nos podríamos estar refiriendo a un escenario en el que nuestras necesidades no son las necesidades que pensamos tener, sino un amplio abanico de ellas que, de alguna forma, nos han sido inculcadas por factores externos.

Pirámide de necesidades de Maslow

De acuerdo a la universalmente aceptada pirámide de necesidades de Maslow,  el ser humano tiene unas necesidades básicas y unas no tan básicas.

Entre las primeras —como podéis ver por la gráfica que acompaña a este texto—, se encuentran las necesidades físicas: el agua, la comida (¡el oxígeno!) e incluso todo lo que tenga que ver con nuestra seguridad como individuos.

Más allá —entre las segundas, las necesidades no tan básicas— se encuentran las necesidades de pertenencia, reconocimiento y autorrealización.

Sin hacer un análisis más profundo de lo debido, podemos convenir —o convendremos para este paradigma que trato aquí de desarrollar — que los dos primeros niveles (necesidades físicas y necesidades de seguridad) tienen que ver con nosotros mismos y lo que nace «desde nuestro interior», que los dos segundos (necesidad de pertenencia y necesidad de reconocimiento) tienen más que ver con cómo nos afecta el medio en el que vivimos (un medio social, cultural y gregario) y que el último de los niveles (el de la necesidad de autorrealización) tiene un poco que ver con ambos, ya que nos autorrealizamos en función de los que son nuestros deseos, pero, por otra parte, dichos deseos nacen, crecen, se reproducen e incluso llegan a morir en función del medio en el que vivimos. O, dicho de otro modo:

Es imposible anhelar convertirse en algo que cuya existencia se desconoce.
* * *

Paraíso de necesidad artificial - Definición #1

Pues bien, una vez sabido esto al respecto de la pirámide de necesidades descrita por Maslow, podremos acordar que la primera definición de paraíso de necesidad artificial puede ser ese paraíso de (relativa) abundancia en el que vivimos en el que nuestras necesidades más básicas, como las físicas y las de seguridad están cubiertas, pero en el que siempre nos hace falta algo más y algo mejor como para, finalmente, sentirnos realizados; necesidades, en definitiva, que vienen impuestas por factores externos a nosotros y que, por tanto, son creadas de forma artificial.

Sí, por obvio me refiero a todas las necesidades generadas directa o indirectamente por los medios de comunicación, la publicidad y el marketing —no sabría decir si en ese orden o en el contrario—.

Sea como fuere, pues, podemos acordar que una definición de paraíso de necesidad artificial, por tanto, sería:

Paraíso de abundancia en el que vivimos con nuestras necesidades básicas cubiertas, pero en el que siempre estamos necesitados de más y mejor, siendo dichas necesidades generadas por factores externos a nosotros mismos y, por tanto, de manera artificial.
* * *

Paraíso de necesidad artificial - Definición #2

Por otra parte —desde una perspectiva más macroscópica— un paraíso de necesidad artificial es aquel generado por acciones que, a escala de economía global, hace que los seres humanos —y la sociedad que estos conforman— nos veamos continuamente necesitados de algo en concreto —dígase, por ejemplo, de una materia prima— así, en términos empíricos, hayamos probado cierta autosuficiencia —o pleno abastecimiento— al respecto.

Esto que aquí digo y que puede sonar (un poquito al menos) a teoría de la conspiración creo que es un hecho probado. Pero como no me voy a tomar la molestia de investigarlo, a continuación os dejo la definición y me despido con la explicación debida.

Paraíso en el que se desperdicia una cantidad concreta de materia prima, recursos —e incluso de productos generados a partir de los primeros— para que sus precios se mantengan siempre a un determinado nivel, de modo tal que se hace de la necesidad de dichos elementos una perenne, perpetua y recurrente de manera artificial; esto es, descartando una cantidad concreta de dichos elementos para garantizar que la demanda sea siempre superior a la oferta.
* * *

¿No tiene sentido? Si de algo como pueda ser el trigo —del que se obtiene la harina para hacer pan— hay mucho, mucho, muchísimo a lo largo y ancho del planeta, mucho más del que los seres humanos podemos consumir, pongamos, en todo un año… ¿qué tendría más sentido a nivel macroeconómico: regalarlo para erradicar el hambre en el mundo o descartar una buena proporción para que no haya trigo que regalar —sino que el que quieras hayas de comprarlo—?

Abramos el debate. Escríbeme a través de mi página de contacto y conversemos al respecto de lo que sea que pienses sobre estos paraísos de necesidad artificial en los que a día de hoy vivimos.

¡Nos vemos por las redes!

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